Si supiéramos de dónde vienen nuestras palabras, entenderíamos mejor el mundo. Si supiéramos que el arte y la artesanía tienen el mismo origen, valoraríamos más a aquellos que con sus manos le dan valor a objetos que parecen no tenerlo. Si nos arriesgáramos a rescatar y probar la gastronomía artesanal conoceríamos un nuevo mundo.
Eso es lo que hacemos en la Ratonera, la primera quesería artesanal que saca del anonimato a campesinos y pequeños productores que aprovechan la calidad extrema de nuestra leche para producir quesos, con recetas locales y europeas, jamás imaginados en la ciudad.
Un buen queso artesanal y un acompañante perfecto serán en nuestras manos una nueva obra de arte.
Bienvenidos